
Este trastorno se caracteriza básicamente por la presencia continuada e intensa de tristeza o desesperanza y de falta de ilusión o disfrute por las cosas.
Los síntomas se acompañan también de pérdida de energía, disminución del apetito, llanto fácil, trastornos del sueño, pensamientos de culpabilidad, dificultades de concentración, desmotivación general y falta de esperanza hacia el futuro. Cada vez la persona se encuentra más aislada socialmente porque reduce las salidas con amigos o familiares, y en muchas ocasiones la persona no sabe a qué se debe ésta situación. Es un problema serio y por ello tiene un tratamiento regulado que ayuda a superarla.
Variantes del trastorno serían la Depresión Post-parto, cada vez más predominante, y Duelo patológico.