
Un trastorno emocional o psicológico es un conjunto de reacciones que imposibilitan o avergüenzan a la persona y no le dejan ser feliz, es algo que no se quiere tener pero está ahí, no se sabe cómo superar. En ocasiones las personas no tienen un trastorno emocional como tal, sino que en un momento puntual de su vida se sienten superados por las circunstancias, en estos casos la intervención psicológica irá encaminada a proporcionar al cliente unas estrategias y técnicas más adecuadas para enfrentarse al problema, así como para evitar que éste se agrave o mantenga en el tiempo.
También encontramos casos en los que las personas desean mejorar un aspecto de su vida que consideran importante (habilidades sociales, autoconcepto y autoestima, toma de decisiones…).
En todos estos casos la ayuda de un psicólogo puede ser muy beneficiosa, tanto si se quiere resolver un problema presente o actuar de una manera preventiva.
Lo que haremos en terapia será “desaprender” lo negativo y lo que nos hace daño. El terapeuta enseñará habilidades para que la persona afronte los problemas de forma exitosa, superándolos por sí mismo.