
Este tipo de clientes se aferran obsesivamente a la persona de la cual dependen. Continuamente están con su pareja o quieren acceso constante hacia ella.
Se aíslan socialmente y la ruptura amorosa es lo más grave para ellos.
En casos graves estos clientes no se tiene en cuenta, ni siquiera si hay menosprecio grave, deterioro manifiesto de la relación e incluso malos tratos, tanto psíquicos como físicos.
El dependiente emocional idealiza a su pareja, la necesita para vivir, y eso afecta a su autoestima.